HOMBRES DE POCA FE
Jaime Bayly se ha desraizado del Perú, trabaja en la T.V. norteamericana, aunque mantiene una columna, los días lunes, en el diario Perú 21, En ella reveló, “urbi et orbi” , detalles de la reunión que tuvo en su casa con el actual mandatario peruano, quien llegó acompañado de la madre del benjamín presidencial.
Era el momento en que Bayly tenía aspiraciones presidenciales y se había deshecho del beneplácito de Fuerza Social, partido político inexistente, que aprovechando imperfecciones de nuestra legislación , tiene inscripción válida en la Oficina de Procesos Electorales y da la impresión que negocia candidaturas. Bayly, al principio se entusiasmó, después se convenció que dicha agrupación sólo perseguía fines subalternos. En el momento de la invitación presidencial, estaba de salida de esa madriguera, en búsqueda de consejos y de una alternativa a sus inquietudes. No se si luce raro, pero le preocupaba el salario presidencial, Insuficiente para cubrir sus obligaciones.
Estimulado por los destilados escoceses previos a la cena, y el vino tinto reserva que la acompañaba, nuestro cíclope mandatario notó la pueril preocupación de su anfitrión y con una frase ramplona lo trajo a la realidad: No seas cojudo, la plata llega sola. Después de divagar sobre diversos tópicos, vinculados al futuro próximo del Perú, el tema de Ollanta Humala se puso en el tapete. García reaccionó y manifestó que si esa posibilidad se cristalizaba, el la neutralizaría con un golpe de estado.
Se que Bayly no fue elegante en reproducir lo que dijo su invitado en la intimidad de su sala y con varias copas de coñac, no diré Luis XIII, que ni su tío Bobby hubiese podido comprar, pero si un elegante Napoleón, que destrabó la lengua y proyectos del convidado.
Quiero en este artículo, declarar mi admiración por Alan García. Pensé inicialmente que maldeciría en siete idiomas, se referiría en términos descomedidos al linaje familiar materno del hombrecillo del flequillo, acudirìa a la justicia por la calumnia y difamación sufridas y premiaría, a quien le trajese las criadillas de Bayly, para dárselas de comer al perro de Palacio.
García reaccionó, en sentido contrario, como si fuese El Nazareno, olvidó la Ley del Talión y ofreció la otra mejilla, dio explicaciones simples y explicó que Bayly tiene la imaginación del escritor, transita por predios de la fantasía, tiene gran futuro, es inteligente y lo que es mas importante en su relación, él lo quiere mucho.
Estoy sorprendido que no haya salido el cardenal ensotanado, gritando: Aleluya, Aleluya, ha llegado, por segunda vez el Mesías, el Salvador, venid a conocerlo, El que lo vea, por su intermedio está viendo al Padre, trae consigo la grandeza del creador, rebosa amor. Nunca ha considerado cosas malas sino dignas y justas. Ha llegado para traernos felicidad, tranquilidad y paz.
Comprendo que haya algunos escépticos. A ellos les diré: Hombres de poca fe……………