LA PESADILLA DEL CELTA ISLEÑO
En el imaginario internacional, los irlandeses fueron siempre pobres de solemnidad. Los católicos por permanecer fieles a Roma y censurar la “fe” anglicana, nacida de los redaños de Enrique VIII, sufrieron agresión, discriminación y exclusión de parte de sus compatriotas tránsfugas, referentes de nuestros congresistas de igual calaña, quienes se vieron favorecidos por el gobierno del U.K. con prebendas y canonjías. Como contraprestación, le hicieron la vida imposible a quienes no pasaron por el aro de la corrupción. A estos la pobreza le clavó las garras en la espalda por más de trescientos años. Hollywood, con igual o mayor precisión que las lecturas, mostraron inmigrantes indigentes, con los bolsillos de sus viejas chaquetas conteniendo pan duro, usando zapatos deformes y viejas gorras de tweed, buscando el sustento debajo de las faldas de la Estatua de la Libertad.. Hubo, paralelamente a los italianos del sur, bandas gansteriles de irlandeses, que pisaron firme en el campo delictivo.
Irlanda siguió pobre, la hambruna de 1840 expulsó de sus fronteras a gente enloquecida, al constatar que papas y nabos no alcanzaban para todos, algunos recalaron en Arequipa- La madrastra Inglaterra confiscó tierras con avaricia de escoceses, esas intransigencias afectaron también, aunque en otro escenario, a Roger Casement, el “celta soñador” de Mario Vargas Llosa.
El país convertido en mendigo, con un pase de magia, pasó a ser una de las naciones más prósperas del mundo, así la calificó en su momento la revista especializada “The Economist”. Superó a los favoritos de la cátedra: Suiza, Noruega y Suecia, con la misma facilidad y sorpresa con que la selección de fútbol portuguesa, le encajó a su homóloga española, campeona del mundo, cuatro goles a cero.
Irlanda fue un país agrícola y primario, que desconocía el concepto del valor agregado. En cortísimo tiempo el ingreso per cápita de sus habitantes, pasó a ocupar el cuarto lugar del mundo, superando a la “pérfida Albión” que había cometido contra ellos tantos abusos y que con la señora Thatcher (hoy agonizante) sufrió una crueldad increíble, los detenidos irlandeses en huelga de hambre, morían diariamente, mientras la Primer Ministro ganó orgullosa el apelativo de “Dama de Hierro”.
Mi principal informante ha sido Andrés Oppenheimer, aunque esta nota contiene un estilo menos convencional que el suyo. Me entusiasma su capacidad de periodista informado, ilustrado y laureado con los premios: Pulitzer, Rey de España, Ortega y Gasset, María Moore Cabot y Sociedad Internacional de Prensa. Aprecio su condición de “gurú” democrático, quien pregunta con extrema habilidad a sus invitados, casi siempre economistas de nota y los lleva suavemente de las narices, a coincidir con sus propias conclusiones, sin el dogmatismo de Porter, dueño de la verdad absoluta.
El profesor Huntington de Harvard, acreditado científico social, achacó la pobreza del Tercer Mundo al clima tropical, a la religión católica, que privilegia la autoridad sobre la iniciativa individual. Coincido en este punto con el estudioso, pues la presencia perniciosa de Cipriani en el país viene , a mi criterio,resultando nefasta.
Oppenheimer nos recuerda que el desempleo en Eire, (nombre de Irlanda en gaélico), estaba en el 18%, la inflación llegaba al 22% y la deuda pública no tenía medida. Cerraron las fábricas automotrices, las de calzado y las industrias textiles, que empleaban a decenas de miles de personas y la migración siguió aumentando. Irlanda comenzó a subsistir de las remesas que llegaban de afuera, especialmente de USA. Igual sucede con nuestros paisanos, quienes se llevan un pan a la boca gracias a los giros que llegan de Argentina y Chile.
Pero ese horroroso y prolongado sueño, se desvaneció. Irlanda creció a casi 9% durante la década del noventa, punto y medio más que nuestro cacareado crecimiento, que viene deslumbrando a tirios y troyanos. El ingreso per cápita irlandés, subió a US$36,000.00 en el año 2003, lo que lo situó en un 36% por encima de la media europea. Tanto fue el progreso que el desempleo disminuyo al 4% y la pobreza absoluta al 5%. Daba la impresión que Jesús hubiese resucitado a un nuevo Lázaro, en forma de país.
Irlanda se convirtió en un paraíso, pleno de centros tecnológicos e industrias farmacéuticas. Se volvió un trampolín exportador hacia la Unión Europea y los mercados de África y Asia. Se instalaron en su territorio cerca de mil cien empresas multinacionales y exportaban 60,000 millones de dólares anuales, con una población de 4 millones de habitantes. Esto equvaldría a 420,000 millones de dólares anuales, para una densidad poblaciónal como la nuestra. En sus restaurantes atendían italianos, españoles y asiáticos, es decir revertió el fenómeno migratorio, ya no viajaban los irlandeses al exterior, sino abrían los brazos para recibir mano de obra de otros países. q
La receta de cómo se inició el milagro irlandés, o como apareció el “tigre celta”, es un tema complejo y especializado, que hoy no vale la pena analizar, porque así como Grecia necesitó un rescate financiero, de parte de la Unión Europea y, España con Portugal están extendiendo tímidamente la mano, el gobierno irlandés ha anunciado “urbi et orbi” que requiere de un rescate internacional masivo, estamos hablando de cientos de miles de millones de euros, para acometer un salvataje de dimensiones inciertas, cuya administración haría la delicia del actual gobierno del Perú. Imagínense al ex ministro Barrios, en realidad pueden imaginarse a cualquier personaje palaciego y acertarán.Los bancos han sido ejes principales en el problema céltico, como lo fueron en USA en el año 2008. Están manejados por la versión shakesperiana de modernos Shylock, tanto o más hambrientos que los gobernantes, pero en todo caso, cómplices.
Sigo siendo políticamente liberal, en crisis de fe. Tengo la convicción relativa que los gobiernos efectúan concesiones a los inversionistas y reciben dádivas en canje. Las concesiones (que ciertamente encierran privilegios) sumadas a las dádivas, acumulan el beneficio que debe quedar a favor del país. Por eso, monumentos al progreso como Irlanda, fueron construidos sobre bases de barro. En nuestro caso, el act gobierno peruano está de salida, no tenemos nada que hacer con ellos, sino condenarlos pública o íntimamente. La podredumbre del Seguro Social , que no queda en ilícitas indemnizaciones, asombroso e innecesario aumento en gastos de publicidad, cruel desabastecimiento de medicinas, así como concesiones múltiples que burlaron el requisito del concurso público y contratos con empresas de Rómulo Canaán, le han explotado en la cara al presidente, como si se tratara de esos cohetones artesanales que aparecen para fiestas de fin de año.
No quiero que se produzca en mí, una malsana satisfacción porque la llaga supurada se haya expuesto a los ojos del Príncipe de Asturias, descendiente de los unificadores de España en 1492, fecha en que se descubrió América y se expulsó a Boabdil. El Borbón observaba a los congresistas Zumaeta e Hildebrando Tapia, lo hacía con simpatía y extrañeza, quería preguntar por ellos pero no se atrevió, sólo pensó en el bien que Pizarro y los suyos habían hecho en favor de las tierras conquistadas.”L Avare” de Moliere, o mejor dicho el espíritu del protagonista de dicha obra, se ha enquistado en el alma de nuestros gobernantes, tenemos que exorcizarlos en las próximas elecciones.
¡ Ojo al parche ¡ Ismael Benavides en su exposición al congreso, sustentando el presupuesto, ha señalado que nuestra economía no se encuentra blindada, como se viene manifestando en diversos círculos, añadió el ministro que el crecimiento económico mundial va a decrecer el próximo año y esta circunstancia afectaría la demanda de nuestros productos de exportación. Existe también la posibilidad que reviertan capitales y créditos extranjeros. Abogó por la prudencia fiscal, pero prefirió no recomendar ningún tipo de dieta o régimen contra la voracidad gubernamental. Bueno, cada uno maneja sus niveles de prudencia.