JAIME BAYLY, QUE DE DIOS GOCE
Se trata de una persona complicada, luchando por convertirse en personaje. Parece tener personalidad múltiple, superando la bipolaridad. Estas inquietudes no jamás podrán ser absueltas por el descalificado autor de este artículo, la responsabilidad correspondería a profesionales como Max Hernández o Saúl Peña, ciertamente después de haberlo tenido recostado en el diván por algunos días.
Jaime Bayly es un entretenido comunicador, ha hecho televisión aquí, en República Dominicana y en el Estado de Florida, que yo sepa, y en todos lados ha tenido cierto reconocimiento. Ha escrito algunos libros, que dice han sido traducidos a dieciseis idiomas, no quiero ser tan preciso con los números, pueden tratarse sólo de siete. Parece ser inteligente, está por encima de la media en formació cultural y ha venido obteniendo un aceptable rating en su último programa de televisión, que fluctúaba entre 11% y 15%, aunque la tendencia se sitúa ligeramente por debajo del promedio de las cifras señaladas.
Hice una reseña favorable de su primer libro, el único que leí. Sentí que tenia madera, posiblemente la tenga. Pocos días después recibí una gentil y civilizada llamada de agradecimiento. Conversamos de sus suegros. Nacho fue mi amigo desde los cinco años. Denisse era la chica más guapa cuando yo tenía dieciséis.
Jaime es impetuoso, felizmente no ha sido domado. Desde su atalaya televisiva vino tomando control y dominio de su espacio, hasta convertirse en “yanacona” de su horario. La farándula caribeña se sentía gratificada al ser entrevistada por èl, los locales, llámense deportistas, artistas o excéntricos, creìan subir de nivel después de pisar su programa. Habían individuos como Tongo, salido de las carpas folklórico musicales de la carretera central, representante exitoso de alguna provincia serrana, compositor de fusiones musicales que no se si un dìa podrè apreciar, síntesis de huayno y cumbia, aunque los colombianos maldigan por ver el nombre de uno de sus ritmos, en esa mezcolanza incomprensible para ellos. Tongo luce vestimenta estrafalaria, colores chillones, una cola de caballo similar a la de Armando Robles Godoy y una férrea rectitud moral, equivalente al rabo de un porcino. Fue el último engreído de Bayly
J.B. ventiló públicamente la distancia con su padre, hoy fallecido. Así como la homosexualidad de un tío materno, quien también pasó a mejor vida, dejando inmensos bienes materiales, que favorecieron a su madre (la de Bayly); también dio a conocer la excelente relación con su ex esposa Sandra y el inmenso cariño por sus dos hijas púberes, ligeramente frívolas, quienes se encuentran donde revienta un cohete, y ha explicado que le cuestan un cerro de dólares al mes.
Bayly dividió a la opinión pública, cuando anunció su pre candidatura a la Presidencia de la República. Unos creían que su intenciòn era cierta, otros que era una mera bufonada. La imagen del conductor parecìa parecía llegar al pico de su rating, situación peligrosa porque amparado en ese respaldo había demolido, en USA a Laura Bozzo. Aprovechando el incremento, cierto o aparente, enfiló su batería contra un individuo de la T.V., también con pretensiones de escritor, quien cometió la torpeza de revelar adquisiciones inmobiliarias de Bayly, por cantidades importantes de dinero, en momentos como los actuales, en que la seguridad ciudadana no vale un sol de antes, de esos que Alan García convirtió en bosta. Acusó al infidente, cuyo nombre de batalla es Beto Ortiz, de bola de cebo, cucaracha gorda y finalmente, homosexual pasivo, quien seducía a púberes de un hogar de rehabilitación, donde su trabajo, aparentemente gratuito, lo cobraba en especies. Llegó incluso a la infidencia, señalando por su nombre al abogado que defendió al sodomita, de quien dijo, le había proporcionado información que guardaba en su caja fuerte. Felizmente, para el letrado, el tema no llegó al Comité de Ética del Colegio de Abogados.
Dueño de su espacio, como Inglaterra de Gibraltar, pretendió ampliar sus dominios a las aguas territoriales de su propio Peñón y sacó a luz debilidades de Baruch Ivcher, dueño del canal 2 de TV, ante el poder político representado por Alan García, situación que todos intuìamos, pero que resulta delicada para un inversionista nacido en el extranjero, que carga en sus espaldas generaciones de “pogroms” familiares y muchas noches despierta sudoroso, soñando con un cosaco ebrio en juerga, invadiendo el ghetto vecinal.
En un momento florecieron afectos con José Barba Caballero y su rentable “vientre de alquiler”. La simpatía con el luchador greco romano terminó, con la llegada de Alex Kouri, cuya personalidad depredadora y presupuestìvora reveló “urbi et orbi”, a pesar que ésta era conocida y criticada por la colectividad limeña. Muerto Kouri, acabó la rabia y Bayly buscó una aproximación con el PPC, para tentar con ese partido, la candidatura a la Presidencia de la República .(chismes dixit). Cuando Lourdes le bajó el pulgar, la ira de Dios fue contra ella, se vistiò de conde rumano, con frac negro, capa de igual color y colmillos sangrientos, que le clavò en la yugular, con la Marcha Fúnebre de Schubert, como fondo. Se volvió recurrente y reiterante en sus acusaciones contra la candidata a la alcaldía, en las que incluyó a Alan García, por quebrar la neutralidad, al expresar sus simpatìas por Flores, También a César Vega Vega, Presidente de la Corte Superior, por su vinculaciòn con el Apra y por haberle ofrecido posada al matromonio Garcìa – Nores, cuando recièn volviò de Europa, asì como a los supuestos tìteres, presidentes de los JEE de Lima. Fue efectista al máximo, acomodaba declaraciones, para acentuar el efecto cuando defendía su tesis de turno. No resultò “kosher”.
En el alfeizar de su ventana colocó cabezas de cera, estilo museo de “Madame Tussaud” , réplicas de Lourdes Flores, Laura Bozzo, Beto Ortiz y Alex Kouri, en ese orden. Soñaba con pasarlas por un hilo grueso y colgárselas del cuello, como trofeos de guerra..
Ventiló su romance con una bella chiquilla, que ojalá cumpla con su cometido de ser escritora, ella va a ser madre de la tercera hija de Bayly.. En caso ella enraice en las letras, Bayly se convertiría en un moderno Pigmalión y posiblemente merezca aplausos por ese acto. Su madre, convertida hoy en mujer adinerada, hace tiempo que fue atrapada por las redes del OPUS DEI, entidad que no llega a los niveles de la agrupación de Charles Manson, pero que tampoco resulta recomendable. Bayly ha notado que el afecto de los miembros de esa organización, se ha multiplicado con su progenitora, y que los consejos para la salvación de su alma, son la principal preocupación de la orden en el Perú. Invitó nuestro protagonista a su madre, para que ésta conozca a quien viene alojando en su seno a su próxima nieta y ha recibido la callada por respuesta, pero se enteró que sin su conocimiento, mamá y ex esposa tomaban te y conversaban juntas, en casa de la última, inmueble propiedad de Bayly. Éste confuso, no sé si calificarlo de paranoico, ha concluido que existe una confabulación en su contra y que su herencia materna pasará a nombre de sus hijas, como sucedió con don Juan de Borbón, hijo y padre de reyes de España, quien vio pasar la sucesión por sus narices, sin percibir el olor que emana del trono..
Antes de despedirme y sólo a la volada, recordaré los besos de Bayly con un mulato venezolano amariconado, quien conduce un programa anodino en la televisión española, Junto a èl, Carlos Cacho nos hace recordar a Mauro Mina. Estoy pensando en su pretendido noviazgo con Martín, a quien dice mantener en Buenos Aires, al que sólo calificaré de bisexual, en la esperanza que el término no sea agresivo, porque los miembros de la hermandad de los guindones, preferen ser llamados “gays”. Tampoco quiero mencionar, a pesar que lo estoy haciendo, las preguntas seductoras hechas a Mauricio Fernandini, en su programa de despedida.
Prometo no votar por Bayly, si se logra lanzar como presidente en una elección futura, No discrepo de su propósito de sacar a cardenal y monaguillos de la planilla estatal, sin que se incluya, lògicamente a miembros de otra confesiòn en su remplazo, tampoco de la venta legal y controlada de marihuana, ni del matrimonio entre personas del mismo sexo, menos aùn, de revisar la necesidad de permanecer con el glorioso ejército, que hasta hoy sólo viene derrotando a los propios peruanos.
Temo sus odios, rencores, excentricidades, sus fiestas, donde después de dos rayas y 6oo ml. de whisky, ordene fornicar a Tongo con la mujer del Presidente del Consejo de Ministros, en presencia de los concurrentes, o que pasee a Baruch Ivcher, calato por la avenida Larco, como si se tratara de Vercingetorex, dos mil años después de ser exhibido en Roma por Julio César, o que se ponga a hacer muecas delante de un espejo dos horas al día, o que simule su fallecimiento y en palacio se reciban condolencias, mientras él, desde un huequito del segundo piso, observa a los asistentes, para verificar quienes están o no tristes; a estos últimos se les cortarán las pelotas y Gastón Acurio preparará una comida fusión con ellas. Madame Vallarino escanciará vinos, que al olfato emitan aromas de bosque y frutillas.
Imagino a un Calígula de la actualidad, capaz de convertir Palacio de Gobierno en un monumento en honor a Ximena, diosa de la fertilidad, quien habitará el inmueble cubierta por tules o gasas, mientras tanto Bayly, imitando a Dalí, promete que a esta “Gala” peruana, la irá comiendo de a poquitos, después de su fallecimiento.